A

Aburucar.—Formar pequeños montones de hierba (burucos) en las praderias en tiempo de la siega.

Acolechu.—Cólico. (Pás).

Acolecharse.—Este vocablo tiene dos acepciones: «encolerizarse, irritarse y contraer enfermedad en el intestino». (Pás).

Acorrillar.—Rastrillar la hierba en las praderías formando montones.

Acularse.—Hallarse el javalí encarmado huyendo de los perros.

Acurrialgarse.—Acostarse sobre el suelo. (Pás).

Acutar.—En los juegos de los chicos equivale a usar preferencia el individuo que primero lanza la frase: «¡Acutar, acutas!»

Acuyá.—Allá. (Pás, Liéb.)

Adrás.—Leña ligera de monte destinada para la lumbre.

Adrales.—Sobrecaja de la carreta montañesa, fabricada de tejido de varas de avellano, que se utiliza para dar mayor cabida a ésta, principalmente en la recogida de frutos en las mieses.

Ahormazar.—Recargarse intencionadamente sobre un individuo obligándole a sentarse (Pás).

Albarcas o madreñas.—Calzado rústico que se usa en la montaña, con lindo exornado, conteniendo originales dibujos ejecutados a punta de navaja sobre la superficie del mismo, que llevan el nombre de «bujeles» y «limuestras».

Amoñar.—Colocar ruedos de hierba en la parte superior del carro cargado de la misma para que ésta no se desprenda.

Añiales.—Tabiques de sarzo que se emplean en las viviendas pobres: (Cal. Tud. Liéb.)

Añojal.—Leche de vaca cuyo ordeño pasa de año: «Con torta caliente y leche añojal, medra el pastor como un perujal». (Decir montañés).

Apelechar.—Medrar, mejorar. (Liéb.)

Araá.—Yedra.

Arcil, Yacil.—Piso de estabulación del ganado vacuno, junto a la pesebrera.

Argallo.—Corrimiento de tierras producido por las nieves. (Liéb.)

Arramplar.—Quedarse con lo ajeno contra la voluntad del dueño.

Arrejitos.—Transportar un individuo a cuestas. (Liéb.)

Arreguciar.—Este vocablo contiene varías acepciones: ovillar, recoger y arremangar; ejemp.: «arregucia (ovilla) la cuerda de la cometa». «Arregúciate (recógete) las sayas», «Arregúciate (arremángate) las perneras del pantalón».

Arretar.—Impulsar con movimientos suaves el cuévano o el escanillo para dormir al niño. Cuando estos movimientos se verifican en la cuna, es anear o acunar. Palabras todas ellas sinónimas, pero tienen cada una su significado característico en el léxico montañés. (Pás. Cabuér.)

Arrigostarse.—Estar harto y satisfecho de haber comido bien. (Pás.)

Arrigostis.—Relamerse de gusto: «No, no, tú bien ti arrigostis. ¡Solambionuzo del diablo!» (Pás.)

Arrimontarse.—Remontarse. Queriendo sobreponerse a uno.

Arruchi.—Quedarse arruinado.

Aspana.—(V. Cuerna).

Atonicao.—Aturdido, torpe. (Pás.)

Atrentá.—(Véase cuerna).

Atrollarse.—Hundirse las ruedas de un carro en piso reblandecido. (Cab.)

Atropar.—Recoger cosa alguna que hállase dispersa. «Atropar panojas en la mies». «Atropó con cuanto había en la casa».

¡Ayará!.—Exclamación pasiega equivalente a «¡Dejará!».

Avío.—Arreglo cotidiano en el hogar. También se emplea este modismo para determinar el completo de algo destinado a un servicio; ejemplo: «Ya tengo hecho el avío (arreglo de la casa)». «La moza tiene ya dispuesto todo el avío (completo) para casarse».

B

Babón.—Reptil. (Liéb.)

Bachas.—Babuchas muy gastadas. (Pás).

Ballarte, Guallarte.—Cubeta soportada en angarillas destinada a transportar abono licuado de las cuadras.

Barandial.—Baranda de la carreta que apoya sobre los brazales de la pértiga. (V. carreta).

Baneras.—Escopleaduras hechas en los estadojos de la carreta para dar paso a las teleras o latillas. (Véase carreta).

Bañizas.—Tiras finas de madera de avellano o castaña para el tejido de maconas, garrotes, cuévanos, cestañas, etc. Industria típica de la Montaña.

Bañicera.—Silla de tosco armazón con asiento tejido de bañizas.

Barajones.—Especie de patines planos, de madera, para caminar sobre la nieve, usados en Tudanca, Polaciones y Liébana.

Bardaliego.—Hijo natural abandonado. (Pás.)

Bardiasca.—Zurriago de varas retorcidas.

Barrosco.—Roble joven utilizado su tronco para aperos de labranza.

Barros.—Divieso formado en la piel de la res bobina.

Basna.—Artefacto de arrastre fabricado de varales, dedicado a conducir la hierba seca de las altas y pendientes praderías de Tudanca, Polaciones y Liébana.

Becero.—Supuesto cliente o parroquiano. (Pás.)

Bedujal.—Monte de abedules.

Belorto.—Soga de varas flexibles dispuestas en torzal.

Belortear.—Acarreo de coloños de hierba a las espaldas, atados con belortos, procedente aquélla de las praderías.

Berguillo.— (V. Basna).

Berzón.—Argollón o estrovo que se colocaba en el centro del yugo por donde se introducía la punta de la lanza del antiguo arado de corva.

Berruecas.—Castañas gordas, tempranas. (Cabuér.)

Bisquienda.—Ganado menudo en cabras y ovejas (Pás.)

Bidorras.—Raizonas silvestres, muy flexibles, empleadas para ataduras entre la gente pobre. (Liéb)

Bojo.—Cuerno del animal, sin envoltura. (Cabuér.)

Boqueru.—Boquete directo del pajar a la pesebrera para por él arrojar el pienso al ganado. (Pás.)

Borona.—Pan de maíz cocido en el rescoldar de la lumbre.

Bragal.—Terreno de monte poblado de maleza, casi inaccesible.

Brinda, espuncia, esguincia.—Pincho que, en descuido, se introduce entre la piel.

Bugos.—Panoja ruin de escasa granazón.

Burdiera.—Pequeña abonera al aíre libre, rodeada de cantos en su base.

C

Cabidar.—Medición de la superficie de las tierras de labor, colocando en sus lindes cabidas: hitos.

Cahizos.—Conjunto de cacharros de uso doméstico. (Pás.)

Calcañeretas.—Chátaras o corizas ya muy gastadas. (Pás.)

Calceo.—Igualación de particiones en la herencia, también igualación de peso en la carga del carro.

Calcibanas.—Refuerzo de las brazaleras ó asas del cuévano con piel de cabra, cosidas con tiras (estuérdigas) de la misma piel. (Pás.)

Caloña.—Carroña. (Pás.)

Calce.—Este vocablo tiene dos acepciones: cauce y calzamíento.

Cambada.—Larguero de hierba segada a golpe de dalle. Siendo dos, a la inversa uno de otro, pero unidos ambos, se denomina «lombío».

Cambas.—(V. rabona o rodal).

Cambero.—Estrecho camino de uso vecinal.

Camella, camellera.—(V. yugo o yugada).

Camellones.—(V. yugo).

Can.—Marca dejada por el golpe de la punta del eje de la peonza sobre otra al ser bailada.

Cancaneao.—El individuo que muestra en la cara marcas de viruela.

Candonga.—Caperuza giratoria en las antiguas chimeneas de los tejados de las aldeas para dar salida al humo a favor del viento.

¿Car o vas?.—expresión pasiega equivalente: ¿Hácia dónde caminas?

¿Car o botas?.—¿Hácia dónde partes? La primera interrogante se emplea cuando el sujeto va de paso; la segunda cuando se separa de otro. (Pás.)

Cárabo.—Lechuza macho.

Caramillera.—Gancho en el extremo de los llares donde se cuelga el caldero. (Pás.)

Carreta.—Carro de uncimiento para ganado bovino, típico del país. Existen varios modelos de éstos: El más completo y mejor construido pertenecía a los antiguamente fabricados en el Valle de Penagos.

Castradorio.—Novillo que pasa de los dos años y puede ser ya castrado.

Cazarito.—Individuo entrometido. (Pás).

Cazcorva.—(V. Cuerna).

Ceba.—Hierba seca dedicada al ganado.

Cebia.—Prisión de madera curbada, semi-elíptica, cerrada por un vástago llamado «llavija» que se introduce por ranuras en sus extremos; hace oficio de collar a la vaca para ser sujetada a la cadena de la pesebrera.

Celimbrón.—(Hacer el ...). Bajar rodando por una pendiente. (Pás).

Ceños.—Cuñas utilizadas por el albarquero para aprisionar la albarca en la taladroria y poderla trabajar.

Cerojal.—Ciruelo de fruto pequeño y ordinario.

Cerval.—Palo de acabo cortadas sus ramas próximo a la base, que se utiliza en las chozas de los pastores como percha de colgar.

Cervillan.—Hierba silvestre larga y áspera sobre la que, en forma de esterilla, colocan las pasiegas el queso fresco en las cestañas para conducirlo al mercado.

Cerros.—Copos de lino fino dispuestos para hilar.

Cestaña.—Cesto alargado que posa sobre el cuévano, usado para transportar quesos. (Pás).

Ciérvanos.—Astillas menudas procedentes de la corta de árboles.

Cirumiru.—Frase despectiva semejante a caciquero. (Pás).

Cierro.—Caserío, finca rústica fuera del casco de la población.

Cirria.—Abono de cabras y ovejas. (Pás).

Clavillera.—Llar jiratorio de hierro o madera adosado a la pared, donde al extremo pende una cadena que sujeta al caldero. (Pás).

Codes.—Ganchos de madera colocados en las vigas para colgar las carnes ya curadas.

Colodra.—Recipiente de madera o cuerno destinado a contener la pizarra del dalle.

Colgadizo.—Cabaña sin habitación dedicada a estabulación del ganado. (Pás).

Coloñeta.—Pequeño haz de escajos y brezos destinados a quemar en hornos de panadería.

Compango.—Frugal comida compuesta de un trozo de pan acompañado de torrezno, un arenque o un chorizo, etc., etc.

Comparciano.—Desigualdad en la ubre de la vaca. (Pás).

Conflés.—Escasa resistencia en las piernas. (Pás).

Coquiriego.—Cordero tardío. (Pás).

Corizas.—Calzado de piel de cabra, sin curtir, parecido a la «abarca» de los romanos.

Corniles.—Rueños colocados en la base de los cuernos del buey ovaca para no ser lastimados en su uncimiento.

Corzones.—Tabla arqueada en forma de trineo para conducir abono a las praderías altas.

Correr el gallo.—Disculpa que pone la vieja para dirigirse al mercado, donde pasará el día en francachela con sus comadres.

Coscoja.—Pina o cuña que se introduce entre el «sobeo» y «yugo» para templar aquél.

Coscojas.—Pedacitos de leña esparcidos por el suelo aprovechados para encender la lumbre. (Pás).

Cozcorva.—(V. Cuerna).

Cuarta.—Auxilio prestado a una pareja de bueyes colocando otra delante para subir con el carro una pendiente.

Cucho.—Abono licuado.

Cuentos.—Copos de lino ordinario dispuesto para hilar.

Cuerna.—Cornamento de la vaca. Según el aspecto que ésta presente, denomínanse apretá, aspana, atrentá, clava, cozcarva, estorneja, gacha, repica, rescalvá. También empléase este vocablo para denominar la bocina del cazador.

Cuévano.—Cesto alto y de boca elíptica, fabricado de tiras delgadas de avellano, dedicado a varios usos entre los pasíegos.

Cuezo.—Artesa usada por los albañiles para batir el yeso.

Culadizo.—Coladero. (Pás).

Cutir.—En los juegos de los chicos, chocar un objeto con otro a impulso de la mano.

Cutiano.—Pan moreno de ínfima calidad.

Cutral.—Vaca destinada al sacrificio.

Cuvio.—Pequeño covacho en la roca destinado a refrescar las leches. Sí en su interior hay corriente de agua, denomínase: sereno; si de aire: airero. (Pás).

Chujaro.—Rodillo empleado para limpiar las cuadras. (Liéb.).

Chuleo.—Juego de chicos que consiste con una pelota de badana andar entre sí a pelotazos.

D

Daque.—Frase de frecuente uso en el dialecto montañés, casi intraducible en su justa expresión, ejemp.: ¿Viste pasar «daque» una novilla pinta por este sitio? Dióme un dolor en «daque» este sitio que vime agobiao para resistirlo. «Daque» cuando regreses a mi presencia daréte lo ofrecido. Dióme «daque» en que pensar la expresión que endenantes soltóme tu mujer. (Cabuér.).

Dentellones.—Pinotes en el cabezal de la lanza de la carreta donde se sujeta el yugo atado con el sobeo.

Derrota.—Pastación del ganado en las mieses después de recogidos los frutos.

Desandrajar.—Estropear una pradería por falta de cuido. (Pás).

Desboje.—Caerse la cubierta del cuerno de la vaca poniendo a descubierto el mallón.

Deshoja.—Reunión de mozos y mozas en casa de labradores para en ella verificar la operacion de la pela de las panojas de la cosecha del año. Tertulias éstas a que sirve de disculpa el objeto que las congrega para en ellas expansionarse de lo lindo la juventud.

Deslape.—Tocar o rozar ligeramente alguna cosa. En el juego de los bolos úsase frecuentemente esta frase. (Liéb.).

Despuntar.—Cortar la guía y hojas de la planta del maíz para su pronta desecación.

Dieldar.—Fermentación de la masa del pan.

Dinadal.—Cajón donde la tolva vierte la harina en los molinos maquileros.

Dijoso.—Alegre y dicharachero.

Dujo.—Colmenar fabricado en tronco de árbol, ahuecado éste.

E

Embocicar.—Aparecer una persona a la vista de otra.

Embocicarse.—Enfrentarse, toparse una persona con otra.

Embordegarse.—Ensuciarse los pies y piernas de boñiga. (Cabuér., Tud.)

Emboque.—Pequeño bolo que regula el juego de bolos colocado fuera de la caja en que se arman los demás.

Emboticar.—Empellón producido con el hombro de una a otra persona.

Emburriar.—Empellón haciendo uso de las dos manos.

Encarme.—Sitio oculto elegido por el animal perseguido para librarse de las asechanzas del cazador.

Encache.—(V. emboque).

Enceñar.—Aprisionar. (V. taladroria).

Encrespín.—Ternero mustio y macilento (Pás).

Engallipotarse.—Encaramarse sobre un árbol u otro sitio alto. (Liéb.)

Engardiar.—Unir o amachambrar tablas. (Pás).

Esguilar.—Esquilar. Trepar a los árboles.

Españar.—Reventar.

Esburriarse.—Deshacerse, caerse. (Pás).

Escanillo.—Cunita de escasas dimensiones fabricada de listones de madera, que las madres cuando salen a las labores del campo tranportan a la cabeza o debajo del brazo, colocándola sobre su regazo cuando dan de mamar al niño.

Estadojos.—(V. carreta).

Estaramangoneo.—Sacudimiento. (Liéb.)

Estornejar.—Cerrar puertas y ventanas con la «estorneja», «tarabilla».

Estirpia.—Tableros de zarzos acoplados a la caja del carro para mayor cabida en la conducción de abono.

F

Faisanes.—Alubias pintas o de color.

Foraños.—Varas de avellano rajadas de arriba a abajo, empleadas para costillares del cuévano.

Frisuelos.—Fritura de leche y harina en amasijo. (Liéb.)

Frontiles.—Adornos colocados en el testuz de la pareja de bueyes para su engalanamiento.

G

Gaburriau.—Cosa ruin y despreciable. (Pás).

Gaburrianos.—(V. bugos).

Gachas.—Natillas de harina de maíz condimentadas con agua y sal, tomadas con cucharadas de leche.

Gaje.—Espolique. (Pás).

Gamellazu.—Colmillazo dado por el jabalí en un ataque al cazador o a los perros.

Garabas.—Leña del monte —matorros— para la lumbre. (Cabuér.)

Garlo.—Especie de bieldo empleado en la recolección del trigo, cuya industria de estos aperos de labranza es característica en los valles de Cabuérniga, Tudanca y Liébana.

Gorguera o reguera.—Canal al borde del arcil donde se depositan los escrementos del animal durante el día y por donde corren los orines dando salida por aguatujo. (Pás).

Guropas.—(V. gachas).

Gurullo.—(V. bugos).

Guin.—Bueno. (Pás).

Graviero.—Sitio de pronunciada pendiente en los monte por donde se deslizan aludes de piedra. (Liéb.)

H

Helguero.—Terreno de rozadío de helechos.

Hispio.—Esponjado.

Hojados.—Paquetes de hojas secas que de pienso sirve al ganado durante el invierno (Pás).

Hollingre.—Hollín (Pás).

Horcinas.—Astillas producidas en la corta de los árboles y labra de sus troncos.

Horcinos.—Erizos de castañas ya desconchados.

Hormar.—Husmear, curiosear. (Pás).

I

Impués.—Después.

Inguisar.—Enriscar, azuzar dos perros dispuestos a la pelea. (Pás).

Inglicerar.—Juntar los bordes de las chapas o losetas que cubren los tejados de las viviendas pasiegas.

Isturneja.—Taravilla.

Ite.—Lo que viene al caso.

J

Jalar.—Tirar de alguna cosa: «Jalar de la teta». «Jalar de la soga».

Jarbas.—Ramaje de monte. (Cabuér.)

Jascal.—Terreno cubierto de piedras y zarzas. (Cabuér.)

Jarrinas.—Castañas de pequeño tamaño, muy dulces, de árbol sin injertar.

Jastial o hastial.—Fachada lateral de la casa sin huecos.

Jailón o jalluco.—Niño recién nacido abandonado, de padres desconocidos. (V. bardaliego).

Jeda.—Vaca recién parida.

Jendío.—Henchido, partido; también: rendido.

Jermoso.—Olla de madera dedicada al ordeñe de vacas y a la natación de leche. (Cabuér.).

Jierra.— Hierro empleado para marcar el ganado. (Cabuér.)

Jiscar.—Chiflar. Introducir unidos en la boca los dedos índice y corazón de ambas manos soplando fuertemente.

Jinojo.—Hinojo.

Jorcao.—Pieza componente de la «basna».

Jorcinas.—(V. horcinas).

Jormigos.—Migas de pan de maíz condimentadas con aceite y pimentón. (Pás).

Jornigo.—Hueco al pie del fogón de la cocina donde se hace lumbre. (Cabuérniga, Tud.).

Jorra.—Pasar en la calle entretenido el rato en conversación. (Pás).

Jostrón.—Hacerse el sordo y el remolón. (Pás).

Joyeca.—Cosa madura.

Jujeos.—Sonidos guturales lanzados en el monte por los mozos acusando su presencia en él.

Jumaza.—Humera continuada observada al exterior de la casa, indicadora de algún acontecimiento en ella, como preparación de comidas para festejar al novio en su petición de mano de alguna hija de los dueños o sus primeras amonestaciones.

Juriaco, buraco.—Agujero.

Jurapas.—(V. Pulientas),

Juria.—Diarrea en los terneros mamones por exceso de lactancia. (Cabuérniga.)

Juriacar.—Hacer agujeros.

Jurifalle.—Lo más ruin del ganado en manada que regresa del puerto conducido por el «sarrujan» (Cabuér.)

L

Lambistrio, lambionuzu.—Goloso, lamerón. (Pás).

Lambreazu.—Golpe producido con un vergajo o cosa parecida.

Lapes.—Losetas de piedra destinadas a cubierta de tejados de casas pasiegas.

Layo.—Dolores nerviosos. (Pás.)

Legra.—Herramienta usada en el oficio de albarquero para ahuecar la albarca.

Len.—Ladera de excesiva pendiente. (Pás).

Leque.—Loco, chiflado. (Cabuér.)

Lerones.—Terrenos perdidos a la orilla del río cubiertos de maleza (Liéb.)

Limuestras.—Adornos ejecutados a punta de navaja que exornan las albarcas. (Cabuér.)

Lombio.—(V. cambada).

Llamadal.—(V. dinadal).

Llareru.—Llar giratorio de madera en forma de palomilla colocado en la pared y próximo al fogón: hace las veces de «llares» en cocinas carentes de chimeneas. (Pás).

Llares.—Cadena pendiente en el interior de las chimeneas de aldea, en cuyo extremo se cuelga el caldero para calentar el agua.

Lleza.—Tejido de hojas de maíz formando ruedo, que se utiliza de asiento a los calderos en las cocinas para que éstos no se abollen.

Llavejero.—(V. dentellones).

Lluetos.—Copos de lino basto.

M

Maco.—Hatillo que al extremo de un palo llevan sobre el hombro los peatones que van en busca de trabajo. En tiempo de la última guerra civil hubo en la provincia gran invasión de esta gente solicitándole en las minas, a éstos denominábanles «maquetos», sin atender a su procedencia.

Macona.—Cesto espacioso de forma cuadrangular construido con tejido de bañizas, usado principalmente en el transporte de pan en las tahonas.

Mallón.—(V. bojo).

Majueto.—Frase despectiva equivalente a ordinario, bastóte.

Mamarrastrear.—Mamar el ternerillo arrastrado por la vaca. (Pás).

Mangaza.—Mango que servía de timón en el antiguo arado de corva.

Manguzá.—Bofetada, dada en el cuello a un individuo.

Marcia.—Sobrecáscara de la nuez.

Maquila.—Disfrute del tanto por ciento que obtiene el molinero en el grano que lleva a molturar.

Maquilero.—Utensilio de madera para medir granos, equivalente a la cuarta parte del celemín castellano.

Marullo.—Hombre revoltoso y marrullero. (Pás).

Merdeja.—Alegre y con ganas de broma. (Pás).

Merdoso.—Amasijo de harina, sangre de cerdo y huevos.

Melicina.—Medicaínento.

Meul, miul, niul.—(V. carreta).

Mendrugas.—(V. berruecas).

Mellao.—Individuo con el labio superior partido.

Mesar.—Peinar con el rastrillo la hierba cargada en el carro para que ésta no se suelte.

Mextura.—Mezcla de harina de trigo y de maíz para dar correa a la borona.

Miar, midiar, midiajo.—Sestear a la sombra el ganado en los pastizales alrededor del mediodía.

Mijas.—Ciertas gramíneas muy apetecidas por el ganado, que brotan en las tierras sembradas de maíz.

Milanera.—Ventanal que da acceso al tejado.

Mixtura.—Mezcla de caña y aguardiente servido en copas.

Miyañas.—Tiras extraídas del centro de la vara de avellano de donde se obtienen las bañizas con que se tejen las diferentes clases de cestos de industria típica montañesa. (Pás).

Monchino.—Arbusto de monte de escasa madera solo aprovechable para la lumbre. (Pás).

Morcío.—Ovillo que se hacía con el lino hilado.

Morguero.—Muchacho descuidado y sucio. (Pás).

Mollero.—(V. rucho).

Moscardo, bricio.—Tablero con puntas de clavos que se coloca en el textuz del ternero para impedir mame a la vaca. (Liéb.)

Mozaizu.—Leche desnatada. (Pás).

Muérganos, algortos.—Madroños.

Mumbojos, munjos, burujos, bolizos, porcachos.—Pequeños haces de hierba en las praderías en tiempo de la siega.

Murallos.—Montones de hierba intermedio entra hacina y el buruco o bolizo.

Moños.—Rodetes de hierba que se hacen en los bordes de la carga del carro para contener la misma.

Morcío.—Ovillo de cáñamo retorcido. También se aplica el vocablo a uno de los dentellones del yugo.

Morio.—Pared de mampostería sin el empleo de argamasa.

Mueso.—(V. carreta).

N

Nacias.—Inflamaciones purulentas de la piel.

Nordá.—Temporal reinante procedente del Norte.

Nojal, añojal.—Leche de ordeño que pasa del año. «Con torta caliente y leche añojal, medra el pastor como un perujal». (decir montañés).

Nuétaga, nuétiga.—Hembra del cárabo o lechuza.

O

Odre.—Saco de piel de cabrito curtida al sol, empleado para el macerado de la leche en la fabricación de la manteca. (Pás).

Ollecos.—Fruta semejante a nísperos.

Onjana.—Mito montañés; imagen de mujer que tiene los pechos en la espalda.

Orillón.—Pequeña parcela de terreno sin cultivar, dentro de una pradería destinada a rozadío. (Pás).

Orzas.—Varales de la horca de la carreta que se pone como suplemento para aumentar la carga.

P

Palo pinto.—Palo nudoso de acebo, conteniendo en la superficie dibujos grabados a punta de navaja, usado comunmente por los pastores.

Pan de cuco.—Planta trebolaria que nace espontáneamente en las tierras recién sembradas de maíz.

Paparón.—Babieca.

Paraula.—Parábola, refrán, sentencia.

Paseras.—Gruesos cantos colocados a lo ancho del río para ser atravesado éste. (Cabuér.)

Pastral.—Especie de morcillón condimentado a base de sangre y carne de cerdo. (Cabuér.)

Patiquear.—Caminar con calma y lárgamente. (Liéb.)

Payada.—Pequeño sobrado encima del payo. (Pás).

Payeta.—Sarzo colocado en el techo de la cocina dedicado a curar las acrnes al humo.

Payuelo.—Pequeño sobrante en la parte delantera de la carreta.

Peales.—Cadena de belortos colocada al pie de la pesebrera. Actualmente los fabricados con hierro siguen llevando este nombre.

Pecigar.—Empujar suave, continuo y disimuladamente a un individuo con ánimo de molestar. (Pás).

Pelaza.—Tira de cuero con que se unce el buey al yugo.

Pelocio.—Individuo de pelo lacio o caído.

Pella.—Acaldamiento metódico de la hierba en el pajar.

Pernal.—Ladera de monte. (Cabuér.)

Pértiga.—(V. carreta)

Pescardos.—Pequeños peces de río.

Petral.—Viga madre en las construcciones de viviendas pasiegas.

Picaya.—Bastón de ancianos con empuñadura en forma de ave (picaza) recogidas las alas.

Picayo.—Palo con dos ganchos al extremo en forma de arpón, destinado a mesar el carro de hierba. (cabuér.)

Picayos.—Cantos religiosos de carácter popular, entonados en honor del Santo Patrono durante su novenario o en su festividad. (Cabuér.)

Pindio.—Pendiente rápida.

Pingar.—Balancearse dos individuos sobre un madero.

Pingona.—Moza llevada de zarandeo de los mozos.

Pingorotado.—Colocado en sitio alto.

Pintar, despintar, traspintar.—Tres vocablos netamente montañeses, más para sentidos que traducidos al común lenguaje; véase el ejem.: «Este año pintan (florecen), que da gusto, los fisanes en las mieses». «Este mozuelo por la pinta (el parecido) debe ser hijo de Brosio». «El fulano aquél, a quien vi por primera vez, no se me despinta (no se le borra su imagen)». «Pierde cuidado, que el tal sujeto, no se me traspinta (no le confunde) aunque se halle entre ciento».

Pipiar.—Catar, picotear la fruta.

Pisondera.—Persona pizpireta y relamida.

Plegadorias.—(V. carreta).

Podrellos.—Soga de belorto para atar la hierba en la basna. (Tud. Polac.)

Posarmos.—Berza ordinaria de vieja plantación, cuyo tronco va alargándose a medida que se cortan las hojas.

Potragada.—Inflamación en la planta del pie sobrevenida, según creencia, por haber pisado un sapo.

Primencias.—Ristras de panojas tejidas sus hojas y puestas a secar en la solana de la cas. Primer fruto recogido en las mieses.

Puvisera.—Losa colocada a cierta altura drl fogón de la cocina dispuesta para contener las pavesas de la lumbre. (Pás)

Pulientas.—(V. gachas).

Punchar.—(V. pecigar).

Punta.—Lucido rebaño de ovejas y cabras. (Pás).

Purriego.—El natural de Polaciones.

Pusiega.— Cornisa encima del «jornigo» de la lumbre donde se colocan los cacharros.

Q

Quejigo.—Cajigo.

Quilma.—Saco mediado de maíz que sobre los hombros condúcese al molino a molturar.

Quima.—Rama de árbol.

R

Rabadillá.—Vaca que tiene hundido el cuarto trasero. (Cabuér.)

Rabajear.—Rodar la carreta inclinada en su parte trasera.

Rabera.—(V. carreta).

Rabona.—Pértiga con ruedas de cambas dedicado al arrastre de troncos de árboles del monte destinados a la sierra.

Rabuco.—Aprendiz de albañil que acompaña a éste en sus trabajos.

Raburias.—Andrajoso, zarrapastroso. (Pás).

Rajas.—Bardas cortadas. (Cabuér.)

Ralar.—Entresacar y replantar las plantas.

Raluga.—Surco de separación entre una y otra tierra de cultivo.

Rallentar.—Dar movimiento y expresión a la tonada.

Ran.—En los juegos de chicos quedar el objeto batido inclinado de canto, por lo que se repite la jugada.

Raspañar.—Apropiarse rápidamente de algún objeto contra la voluntad de su dueño.

Ratina.—Vaca de poca alzada con pelo de rata, muy adaptable para las alturas.

Rebolla.—Pequeño tronco serrado sus dos caras por igual, espigadas en una de ellas tres patas; empléase como utensilio de trabajo del albarquero. (Cabuér.)

Rebollar.—Pequeño bosque de robles muy en sazón para obtener rebollas. (Cabuér.)

Rebollo.—árbol aislado apropósito para el objeto anteriormente indicado.

Recilla.—Pequeño rebaño de cabras y ovejas. (Cabuér.)

Recostonarse.—Recostarse. (Pás).

Rechaos.—Becerros de año y medio. (Cabuér.)

Regañón.—Vendaval.

Reguerizo, gorguera.—Canalizo al borde del arcil, utilizado para por él correr el orín.

Rejas.—(V. carreta).

Rejones.—Espigones que amarran las segunderas con las hijuelas en las ruedas de cambas. (Cabuér.)

Rejostras.—Estacas empleadas para apuntalamiento de otras clavadas en tierra.

Relocho.—Lelo, asimplado.

Remojín.—Primer plato que se consume en el matacío del cerdo.

Ren.—Borde superior del dalle. (Cabuér.)

Resallar.—Segunda operación del sallo.

Rescalva.—(V. cuerna).

Rescaño, resquieza.—Brecha o hendidura en pared por la que penetra la luz. (Pás, Tud.)

Resoria.—Herramienta de acero que utiliza el albarquero para desbastar madera.

Respingo, respingar.—Renacer, revivir la planta.

Respindiajo.—Sendero con pendiente de corto trecho.

Restrindijarse.—Restregarse por el suelo. (Pás).

Returiar.—Hablar con exceso sin ceñirse al asunto.

Rezogar.—Retozar. (Pás).

Rezongón.—Remolón.

Ringle, ringlera.—Colocarse en fila o alineación.

Rispión.—La parte no comestible que sirve de envoltura a la semilla de la pera o manzana.

Robla.—Convidada que en las ferias de ganado ofrece el vendedor al comprador y mediador en el trato.

Rodal.—Las dos ruedas unidas por el eje. (V. carreta y rabona).

Rodero.—Perojo tardío de escaso jugo.

Rodezno, rodío.—Turbina de molino maquilero.

Roero.—Badillo (Tud., Polac., Liéb.)

Ron.—Eje de la peonza.

Ronzuella.—Pájaro de monte parecido a la grajilla de cría.

Roldar.—Rondar. (Pás).

Rosqueo.—Zalemas que el mozo hace a la moza incitándola a hacer lo mismo.

Rucha.—Arqueta destinada en las aldeas a varios usos domésticos, principalmente para guardar documentos.

Rucho.—Grueso madero que se coloca transversalmente sobre el piso de la carreta «rabona», destinada ésta al transporte de troncos de árboles del monte. (V. rabona).

Ruchi, (quedarse a).—Arruinado.

Rueño.—Rodete colocado sobre la cabeza, que sirve de almohadilla para soportar cargas.

Rullega.—Pequeño arroyo. (Cabuér.)

Runflar.—Bramido de mar alborotado. «Cuando oigas runflar la peña de Oreña, unce los güeis y vete a por leña». (Decir montañés).

S

Salcino, salguero.—Terreno con plantas de sauce.

Salayón.—(V. Babón).

Sallo.—Operación de campo consistente en ralar las plantas.

Samugo.—Saúco. (Cabuér.)

Sarruján.—Muchacho auxiliar del pastor en las cabañas de los altos puertos donde apacenta el ganado en primavera y verano.

Sayal.—Paño burdo, oscuro, de tejido de lana, usado por los naturales de Liébana.

Sel.—Sitio de aselo o cobijo del ganado durante la primavera en los altos puertos.

Serojo.—Ramas secas y podridas destinadas para la lumbre. También la cascarilla que suelta el lino en su maceramiento.

Sieto.—Sarzo de pequeñas dimensiones.

Siluendo.—Ternero tardío; equivalente a cordero «cuquiriego» que nace éste en época en que canta el cuco. (Cabuér., Tud.)

Sobaos.—Pasteles pasiegos semejante a bizcochos.

Sobeo.—Larga correa de cuero crudo destinada a atar el yugo al cabezal de la lanza del carro.

Socámbano.—Hueco en la pared encima de la «pusiega», destinado a colocar las sartenes o la comida para no enfriarse.

Socarreña.—CObertizo en los corrales para guardar el carro u otros menesteres.

Sojao.—(V. carreta).

Solengua, solenguana.—Enfermedad en el buey o vaca producida por la envidia.

Solercia.—Engaño, astucia. (Pás).

Sologa.—Terreno erial, entre rozada y pradería.

Somo.—Altura o cumbre de montaña en que se cultivan sus laderas.

Sopando.—Hueco o socabo bajo una peña. (Pás).

Soplaos, socorios.—Pequeñas simas producidas por hundimiento del terreno.

Sorrapear.—Descortezar la tierra dejándola limpia de maleza para ser roturada.

Sotámbaro.—Pendiente rápida en una ladera.

Survos.—(V. Ollecos).

Susiega.—Últimas copas que se toman en la taberna antes de irse a dormir.

Sustipendio.—Jornal alzado por determinado servicio.

T

Tajo.—Pequeño banquillo de mano. Trozo de madera labrado dispuesto para trabajar en él la albarca.

Tajón.—Picadero de roble semejante a la «rebolla» y de empleo semejante.

Tajorma.—Milano pequeño. (Cabuér.)

Taladra.—Barrena en forma de puntilla que utiliza el albarquero en su oficio. (Cabuér.)

Taladrería o juracadero.—Largo y grueso madero sostenido por dos patas; una en cada extremo, apoyado en la pared, presentando en el centro una ancha escopladura donde se aprisiona la albarca por medio de cuñas a fin de poderla trabajar.

Talo.—Plancha circular de chapa de hierro en forma de paleta, utilizada para colocar sobre ella la masa de la borona, poniéndola a tostar sobre el rescoldar de la lumbre. También adopta la forma de un pandero de hojalata, colocando la torta debajo cubriéndole de brasas.

Tángala.—Pequeño fragmento de teja o vasija redondeados sus bordes, usado en los juegos de los chicos dándole con el pie saltando a la pita la coja.

Tapanorio.—Tabla de corredera para cerrar las gateras en las huertas.

Tarmaos.—Varas de esquilmo. (Cabuér.)

Tarugos.—Clavos de madera de forma cónica que se colocan espigados en los empeos de la albarca.

Tarrascada.—Dentellada dada por el jabalí a los perros.

Tarruscón.—Frase despectiva equivalente a montaraz. (Pás).

Tascón.—Pajar de hierba. (Pás).

Táste.—trozo de madera que se corta del tronco del árbol para probar su calidad. (Cabuér.)

Teixa.—Torna, retrocede. (Polac.)

Teleras.—(V. carreta).

Telga o artuña.—Vaca de leche sin cría al pie.

Terciar.—Oficiar en las ferias y mercados de mediador entre vendedor y comprador en el ajuste de la res. También hacer uso de la medida de granos llamada «tercia».

Tichar.—Hacer recular la pareja de bueyes uncidos al carro.

Tobera.—Máscara revestida con disfraz estrafalario que se exhibe el día de antruído.

Tolecer.—Tullir, estropear. (Pás).

Toral.—Lomo de una ladera. (Cabuér., Tud.)

Torao.—Contrahecho, jorobado. (Pás).

Tortón o turrión.—Palo para tensar la cadena de amarre en la carga de la rabona.

Torrendos.—Torreznos.

Tragüizo.—Agujero pequeño. (Pás).

Traslapes.—(V.lapes).

Trebejos.—Leche macerada extraída la manteca. (Pás).

Trechorías.—(V. carreta).

Tresnao.—Pan bien trabajado y metido en harina. Mozo desarrollado.

Trucío.—Torcido. (Pás).

Truchizo.—Trucha de cría. (Cabuér.)

Tueras.—Pozos de donde se extrae la sal.

Tueros.—Pequeños trozos de tronco de árboles, dispuestos para la fabricación de albarcas. (Campóo).

Turu.—Tronco de árbol preparado para la sierra. (Pás).

Turrio.—Altillo.

Turrión.—Palo que se utiliza para tensar la cadena en la carga de troncos de árboles. (Cabuér.)

U

Ujana.—Gusana.

¡¡Uyará!!.—Interjección de los naturales del valle de Luena, equivalente a: ¡Arre, ya! ¡Vete de ahí!

V

Varga.—Pendiente en un camino que da acceso a un llano.

Vargueta.—Pequeño sarzo que se coloca en la trasera de la carreta para cerrar el adral.

Vargo.—Tabique de sarzo empleado en algunas casas pobres, al que rebocan con arcilla.

Vera, (a la).—Colocarse al lado de uno.

Verdejas.—Variedad de castañas.

Verdugos.—(V. carreta).

Vicaruela.—Salamandra. (Liéb.)

Viligarda.—Juego de chicos en que empléanse dos palos; uno, de cortas dimensiones, aguzado por sus dos extremidades, se le golpea con el otro para hacerle saltar y ya en el aire se le sacude de nuevo enviándole a lo lejos.

Villería, monuca.—Comadreja.

Villigardas.—(V. Bidorras).

Viras.—Suero. (Pás).

Vista baja.—Dicho muy discreto de las aldeanas cuando tratan de indagar el extravío de un cerdo: «Dígame, señor, ¿por casualiá ha visto pasar a su vera uno de la vista baja? (con perdón de usted)».

Voceo.—Gritos de acompasado ritmo lanzado a distancia entre el pastor y sarrujan, hallándose ambos en el puerto, ejemp.: ¡¡échalas p'arriba (las vacas) y véntete almorzar: la torta está en la lumbre: la leche en el cerval: si no las alcuentras: avente p'acá!!

Y

Yeldar.—Estar la masa del pan en fermentación.

Yugo.—Tres clases de yugo empléanse en la Montaña: el vizcaíno, el perniano y la yugueta. El primero de los dos háse introducido en la Montaña con gran aceptación, principalmente para uncimiento de bueyes, por ser de más robustez. La yugueta se emplea para yuntar la pareja sin el carro.

Z

Zalamengo.—Zarrapastroso y desgalichado. (Trad. Pás).

Zamarruda.—Res metida en carnes.

Zambeque.—Simplón.

Zamosta.—Melena de piel de oveja que cubre el textuz y yugo de la pareja.

Zapita.—Recipiente de madera o metal dispuesto para el ordeñe.

Zarabando.—Hombre inútil físicamente. (Pás).

Zarramada.—Llamarada pronta que se forma con leña ligera.

Zarromoco, zarramaco o zorromaco.—(No sabemos cual de las tres es la fija). Mascarote con la cara tiznada que hace de bufón en determinadas danzas, iniciando las entradas de ellas.

Zorronclón.—Remolón.

Zoncho.—Cesto de tejido de varas de avellano utilizado para cargar abono.

Zurriascada.—Golpe de nieve o granizo acompañado de ventisca.

Zurriascazo.—Golpe producido con un zurriago.

Recopilado de "La Revista de Santander" de 1932. Publicado por D. Hermilio Alcalde del Río.

Más palabras añadidas por mí:

Acaldar.—Arreglar, concertar, poner en orden.

Alampar.—Ansiar el logro de algo. Picar (al paladar).

Amayuela.—Almeja de buena calidad.

Apañar.—Recoger, coger con la mano frutos, especialmente del suelo.

Apurrir.—Alcanzar algo y darlo a alguien.

Babión.—Pazguato, tonto, tontorrón, tonto de baba.

Baza.—La taza del retrete.

Carpancho.—Batea de mimbre para llevar en la cabeza.

Carrejo.—Pasillo. Pieza de paso de un edificio.

Churrar.—Mear, orinar.

Churrarse.—Mearse, orinarse.

Cole.—Echar un cole: tirarse al agua de cabeza.

Coloño.—Haz de leña, de tallos secos o de puntas de maíz, de varas, etc., que puede ser llevado por una persona en la cabeza o a las espaldas.

Cueto.—Colina de forma cónica.

Chon.—Cerdo, gorrino.

Dallar.—Segar con el dalle.

Dalle.—Guadaña.

Espurrir.—Crecer, estirar.

Jeringar.—Fastidiar, jorobar.

Lamber.—Lamer.

Lambión.—Goloso.

Lirio.—Bacaladilla.

Lumia.—Se dice de la mujer aprovechada, que sabe mucha gramática parda y saca partido de todo.

Lumiaco.—Babosa (molusco).

Magano.—Calamar.

Muergo.—Molusco de conchas largas, angostas, convexas y amarillentas.

Parrocha.—Sardina en salmuera conservada en barriles.

Pinar.—Levantar, poner en pie una estaca, poste, etc. colocar un objeto en posición vertical.

Pinarse.—Empinarse.

Raquero.—Muchacho que se dedica al merodeo entre los buques de la dársena, a la bajamar.

Sincio.—Deseo o apetito intenso de alguna cosa.

Tocho.—Tosco, inculto, tonto, necio.

Definiciones del Diccionario de la RAE.